Ni hecho a proposito, al día siguiente de nuestra fiesta Española, tuvímos que "sufrir" otra celebración. Nuestra selección de fútbol nos dio una gran alegria. Durante el partido la tensión se fue acumulando de forma gradual...casi ni comiamos...y eso en el cuartelillo sin nombre es difícil.
Pero gracias a Iniesta no tuvímos que sufrir los penalties y la tensión se transformó en alegría.
Se desbordó la alegría, se desbordó la euforia.....la fuente de la plaza si que se desbordó cuándo nos metimos los tres zanganos!!!
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