Pues si, nuestro Ramón se quedo con ganas de otra más. Para ello, Pedro y Angel le echaron una mano con las ollas y
salieron maravillas...además de gases...muchos gases....que viva el efecto invernadero!
Una vez colocados todos en las mesicas de los moros dimos cuenta de tan suculentos manjares.
Y tras la opipara comida. La sobremesa amenizada por un piazo banda, el alcohol y los puros...
dió lugar a movimientos meseros que terminaron con el cuasimarido haciendo de Aladín
Se salió de los moros cual mahoma camino del castillo...
Se le acompaño como si fuera el día 31....a escobazos!!
Se atraveso triunfalmente la Gran Vía
y fuímos a parar a otro agujero
Menos mal que los cafés nos relajaron.....a algunos en exceso
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